Phytophtora capsici es un pseudohongo patógeno que pertenece a la clase de los Oomycetes y se propaga muy fácilmente a través del agua y además puede provocar grandes pérdidas en las producciones de chile. Existen más de 70 especies identificadas de Phytophtora, que además abarcan un gran número de especies hospederas de cultivos de importancia económica.
Este hongo “destructor de plantas” como lo indica su nombre que proviene del griego Phyton=Planta y phtora=destructor; requiere de condiciones altas de temperatura (aproximadamente entre 20° y 28°), y un exceso de agua para que le sea posible sobrevivir durante muchos años en suelo.
Phytophtora tiene la particularidad de poderse reproducir de forma sexual y asexual.
En el cultivo de Chile, Phytophtora capsici es el patógeno causante de La Marchitez o Tizón, sus daños se identifícan porque aparece una mancha oscura en el cuello de la raíz que provoca que la planta se marchite y muera.
El principal daño puede presentarse en la etapa de floración debido a que ataca a las raíces y al tallo y la planta se marchita y posteriormente se seca de forma muy rápida. Además se puede presentar desde semillero este problema.
Phytophtora puede sobrevivir en raíces y residuos del cultivo en el suelo en diferentes estadíos, por ejemplo: oosporas, esporangios, clamidosporas y zoosporas. Las oosporas son esporas en dormancia y son la única forma de reproducción sexual. Los esporangios son estructuras especiales que bien podrían germinar (reproducir el pseudohongo) o que son capaces de producir zoosporas. Las clamidosporas son células de micelio muy resistentes a la desecación. Las zoosporas son esporas con flagelos que facilitan su movimiento a través del agua.
Phytophthora capsici causa decadencia radicular, el ahogamiento (damping off) de las plántulas y la pudrición de tallos, bulbos, tubérculos, hojas y frutos. Varias especies de Phytophthora causan decadencia de las raíces y de la corona en plantas en maceta. Las raíces pequeñas mueren y se producen lesiones de color marrón-negro en las raíces más grandes. Las plantas se marchitan y las hojas de la corona se caen. (Koppert, 2020).
Debido a la fisiología de los Oomycetes, la mayoría de los fungicidas no tienen efecto sobre ellos. Por ejemplo, aquellos fungicidas que interrumpen la biosíntesis del ergosterol, ya que los Oomycetes no sintetizan esteroles, los adquieren de sus hospedantes, por lo que si esta enfermedad es diagnosticada en etapa temprana se podría llevar un control curativo, de lo contrario, el cultivo puede llegar a ser pérdida total.
Por otro lado es más recomendable que para evitar la presencia de este y otros patógenos en el suelo se lleve a cabo una desinfección previa al establecimiento del cultivo y posteriormente se inocular con productos a base de Burkholderia cepacia.
Por I. A. Miriam Salas
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