La sobrepoblación en la actualidad representa un gran problema para México y para el mundo, pues se necesitan más reccursos para cubrir las necesidades de todos, más agua, infraestructura, servicios médicos, entre otros, pero de los más importantes los alimentos. México importa alrededor del 80% de los productos que se consumen (Salazar, 2019), el reto o lo que se pretende lograr es reducir considerablemente este porcentaje, produciendo más e importando menos.
A pesar de que nuestro país es un gran productor agrícola no logra abastecer las necesidades de todos, pues el sector agrícola no se encuentra en buenas condiciones. Los productores cada ciclo tienen nuevos problemas, ya sean sociales, económicos o biológicos y tienen que luchar contra ellos para poder seguir produciendo. Es bien conocido ya, que la agricultura en México es considerada en el sector productivo, como una de las actividades de mayor importancia desde el punto de vista económico, social y ambiental, ya que de ella depende la alimentación adecuada y primaria de millones de personas (Hydroenvironment, 2015).
Con el crecimiento de las ciudades en los últimos años surge la necesidad de implementar nuevos modelos dentro de la agricultura, que permitan resolver los problemas para aumentar la calidad de vida y seguridad alimentaria. Con el auge de la agricultura urbana, se ha podido demostrar que puede constituir una de las principales vías para solventar estos problemas. Aunque la mayor parte de los alimentos se siguen produciendo en zonas rurales y recorren grandes distancias hasta los mercados urbanos, la producción agrícola en las ciudades y en torno a ellas está aumentando.
Cuando se habla de Agricultura urbana se refiere a pequeñas superficies (solares, huertos, márgenes, terrazas, recipientes) situadas dentro de una ciudad y destinadas a la producción de cultivos para el consumo propio o la venta en mercados de los alrededores (Hernández, 2006). Según la FAO, 1996 como agricultura urbana se entiende la producción de alimentos dentro de los confines de las ciudades: en los patios, terrazas, huertos comunitarios y huertos frutales, así como en espacios públicos no aprovechados en la mayoría de los casos se trata de una actividad en pequeña escala y dispersa por toda la ciudad.
La agricultura urbana, tal y como lo declara la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, brinda alimentos frescos, crea empleo, recicla residuos urbanos, genera cinturones verdes y fortalece la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático.
Por I.A. Margarito Morales
El maíz es un producto de mucha importancia agrícola