El pepino (Cucumis sativus L.) es una hortaliza de fruto de gran importancia económica debido a la demanda en el mercado nacional e internacional (Intagri, 2019); su cultivo se ha extendido a la mayor parte del país, sin embargo Sinaloa es el estado con mayor producción y exportación (Seminis, 2018).
El pepino se produce en dos categorías principales: pepino de mesa para rebanar (slicer) y pepino para encurtir (pickle). El pepino tipo slicer representa el 80% de la producción en México, y se subdivide a su vez en los tipos americano y europeo, también conocido como inglés (Seminis, 2018). Su cultivo se realiza en dos modalidades, en campo abierto e invernadero, para esta última los cultivares utilizados son partenocárpicos; es decir producen frutos sin necesidad de ser polinizados.
La planta de pepino demanda altas temperaturas, bajo condiciones climáticas desfavorables se pueden llegar a presentar diversos problemas tales como reducción en el número de flores, retraso en el crecimiento de los frutos y diversos desórdenes nutricionales. Se desarrolla adecuadamente en un rango de temperaturas de entre 18 y 28 °C; mientras que la humedad relativa debe oscilar entre 50 y 80% (Intagri, 2019). Con temperaturas inferiores a 14°C o por encima de los 40°C el crecimiento se detiene; la planta muere cuando la temperatura desciende a menos de 1°C, comenzando con un marchitamiento general de muy difícil recuperación.
En general el pepino se adapta a diferentes clases de suelos, sin embargo, al igual que muchas hortalizas prefiere suelos francos con una profundidad de al menos 20 a 25 cm, y un buen drenaje (Seminis, 2018). En cuanto a pH, el cultivo se adapta a un rango de 5.5 a 6.8, soportando incluso pH hasta de 7.5; se deben evitar los suelos ácidos con pH menores de 5.5 (Santacruz, 2020). La planta de pepino tolera conductividad eléctrica de 1.25 a 1.75 dS/m en agua de riego y de 2.25 a 2.75 dS/m en el suelo (Fertilab, 2018).
Por Ing. Rodrigo Figueroa
El maíz es un producto de mucha importancia agrícola
Agricultura urbana: pequeñas superficies dentro de una ciudad y destinadas a cultivos.