Los nematodos son de los organismos multicelulares más numerosos en la tierra, algunos son parásitos de las plantas y tienen importancia económica en las perdidas agrícolas. Estos organismos invaden los tallos, hojas y semillas de las plantas, raíces, bulbos, tubérculos y cormos (Román & Acosta, 1984). El género Meloidogyne spp., debe ser el que causa mayor estragos económicos en cultivo de jitomate, los daños causados no solo reducen el número de frutos del cultivo, sino que también afecta la calidad de los mismos. Se han descrito más de 90 especies, entre ellas, M. arenaria, M. javanica y M. incognita relacionadas con pérdidas económicas, estimadas entre 28 a 68% (Pakeerathan, 2009).
Los nematodos tienen seis etapas de desarrollo: huevo, cuatro etapas juveniles y el adulto. El huevo es generalmente depositado en distintas etapas de desarrollo, en el suelo o dentro del tejido de la planta. En algunas especies están protegidos por una capa gelatinosa. Cuando el huevo es fecundado sufre una serie de divisiones mientras pasa por las etapas hasta llegar al estado juvenil. En el segundo estado juvenil emerge del huevo, se mueve por el suelo y penetra e invade el tejido de la planta (Roman & Acosta, 1984).
Los efectos de los nematodos sobre los cultivos se subestiman frecuentemente debido a los síntomas inespecíficos que producen, que suelen confundirse con desordenes nutricionales, estrés hídrico, problemas de fertilidad del suelo, así como con otras infecciones secundarias causadas por hongos y bacterias, cuya entrada suele estar facilitada por la acción del nematodo.
Estos organismos ocasionan síntomas diversos tanto en la parte aérea de la planta como en la subterránea. Algunos de los síntomas se pueden confundir con deficiencia de nutrientes o agua. Se puede observar clorosis, marchitez, enanismo, falta de vigor y reducción en el tamaño y la calidad de la fruta, todo lo cual conduce a un pobre rendimiento del cultivo. Las plantas afectadas por nematodos pueden mostrar un sistema radical pobremente desarrollado y agallas o nódulos que varían en tamaño y cantidad de acuerdo a los niveles poblaciones presentes (Vicente, 2007).
Durante las últimas décadas el control de los nematodos se ha realizado por medio de nematicidas y fumigantes de suelo. Para tener un manejo más amigable con el ambiente se deben considerar prácticas culturales como el barbecho y aplicación de enmiendas, también controladores biológicos y el uso de cultivares resistentes. Usar variedades resistentes trae como beneficio ahorrarse las aplicaciones para el control de la enfermedad.
En la actualidad se han desarrollado muchos cultivares tolerantes a plagas y enfermedades, como son los nematodos. Una excelente opción es la variedad Gavilán F1, que ha presentado alta tolerancia a nematodos. Otra opción puede ser Venus F1 o Moctezuma F1, cultivares que se comportan con alta tolerancia en campo. El uso de estas variedades tolerantes trae como beneficio ahorrarse las aplicaciones para el control de la enfermedad.
Por I.A. Margarito Morales
El maíz es un producto de mucha importancia agrícola
Agricultura urbana: pequeñas superficies dentro de una ciudad y destinadas a cultivos.