Pseudoperonospora cubensis es el fitopatógeno que causa la enfermedad conocida como doradilla o mildiu en cultivos de la familia Cucurbitaceae como pepino, melón, calabaza y sandía (Koppert, 2020); puede ocasionar importantes pérdidas independientemente de si son cultivadas al aire libre o protegidas (Infoagro, 2020). Es un parásito obligado dado que solo puede alimentarse de tejido vivo, lo que significa que no sobrevive en residuos de cultivo.
Esta enfermedad se manifiesta exclusivamente en las hojas, ya sean jóvenes o senescentes. Inicialmente aparecen manchas de color verde claro en el haz, que paulatinamente se tornan de color amarillento y presentan formas poligonales. Por otro lado, en el envés se forma un algodoncillo (micelio) con tonalidades gris-violáceas y aspecto un tanto oleoso en el que se producen las esporas del hongo. Posteriormente, estas manchas se necrosan y se secan desde el centro hacia afuera, adquiriendo la superficie foliar aspecto apergaminado. Sin embargo, los peciolos permanecen verdes, sosteniendo hojas que se han secado completamente, pero que permanecen unidas al tallo (Infoagro, 2020).
Los esporangios del hongo liberan esporas en presencia de agua libre y se desplazan a través de ella mediante sus flagelos. Cuando alcanzan la zona a infectar, germinan. La infección se lleva a cabo cuando la temperatura oscila entre 16-22ºC. Una vez infectada la hoja, el desarrollo del hongo se ve favorecido por la alternancia de temperaturas cálidas durante el día (25ºC) y frescas durante la noche (15ºC). Humedades relativas elevadas (80-90%), rocíos nocturnos y nieblas matinales también favorecen su desarrollo. Por el contrario, temperaturas inferiores a 5ºC o superiores a 35ºC detienen el desarrollo del hongo. Al mismo tiempo, el potencial de esporulación es mayor en lesiones cloróticas que en necróticas (Infoagro, 2020).
Al ser una enfermedad tan agresiva, se requiere de un plan de manejo integrado, en donde se encuntra el empleo de plantas sanas al transplante, evitar marcos de plantación muy densos, evitar la presencia de agua libre sobre el cultivo, manejo de la ventilación y riego, eliminación de las plantas con síntomas de la enfermedad, y cuando se presenten las condiciones climáticas favorables utilizar los tratamientos con productos sistémicos, teniendo en cuenta no utilizar más de dos veces la misma sustancia activa durante todo el ciclo de cultivo (RAIF, 2017). De manera preventiva sugerimos aplicaciones foliares de Induzer.
Por Ing. Rodrigo Figueroa
El maíz es un producto de mucha importancia agrícola
Agricultura urbana: pequeñas superficies dentro de una ciudad y destinadas a cultivos.
