En los últimos años, como respuesta al incremento de la demanda de alimentos, en la agricultura se han implementado nuevas técnicas de producción que permiten la obtención de un mayor rendimiento; una de ellas es la utilización de agroquímicos. Como agroquímico definimos cualquier sustancia o mezcla de sustancias que se destinan al control plagas (Syngenta, 2017), ya sea insectos, patógenos o maleza.

Dada la demanda que tienen estos productos actualmente, paralelo a lo que sucede con otros de diferente índole, existe una gran oferta en el mercado, y debido al bajo control en el comercio, podemos encontrar en ocasiones productos de marcas prestigiosas a precios extremadamente bajos, por lo que se deduce que son de procedencia ilícita o piratas.

Al adquirir estos productos fomentamos la informalidad y además acarreamos otros problemas tanto para el agricultor como para el ambiente, algunos de ellos son:

• Bajo o nulo control de la plaga en cuestión.
• Pérdida del potencial de cosecha.
• Incremento en los costos de producción por el uso de productos no efectivos.
• Generación de resistencia por parte de las plagas.
• Incremento de la huella ecológica.

(Crop Life, 2019)

La única forma de evitar todos estos problemas es haciendo una compra responsable; adquiere productos en el comercio formal con distribuidores autorizados, así puedes estar 100 % seguro de que el producto que utilizas es eficiente para lo que está recomendado.

Por

Ing. Rodrigo Figueroa

Fuentes de consulta

1. Crop Life. (2019). No al comercio ilegal de los plaguicidas.
2. Syngenta. (2017). ¿Cómo identificar un agroquímico ilegal?